Esta psicoterapia surge en los años 50 a partir del desarrollo del Paradigma Sistémico.
Es una intervención psicológica sobre el vínculo, que realiza un profesional especializado orientada a asistir a una pareja en situación de sufrimiento, conflicto o insatisfacción que no pueden resolver solos prolongando así el malestar.
No siempre el primer encuentro sucede en un clima tranquilo, respetuoso en general las personas atribuyen al otro la responsabilidad o la culpa de cómo y por qué llegaron a esta situación.
En ocasiones los consultantes han constituido familias y la visión de “derrumbe”excede a la pareja.
El terapeuta observa el vínculo, sus interacciones, el lenguaje corporal y las versiones de cada integrante de la pareja respecto de lo que les sucede, lo traduce y transmite a sus consultantes.
Establecido dicho encuentro será tarea del terapeuta durante el proceso generar confianza, validar el padecimiento,señalar el daño y la afectación del sistema de creencias e ideales, estimular la autocrítica, la responsabilidad, la ecuación saludable de dos personas por fuera de la fantasía de fusión al constituir una pareja y un proyecto en crisis.