- Necesitamos flexibilizar nuestra mente para aumentar el repertorio de respuestas frente a lo que nos va presentando la vida (desafíos, decisiones, dificultades)
- Tratarnos bien cuando quedamos cautivos del temor, desconcierto, desorientación, exigencias, debilidad o desesperanza.
- Reaccionar con la mayor tranquilidad posible frente a lo que irrumpe e interrumpe nuestros hábitos.
- Sentirnos dignos al generar nuestro sustento.
- Ejercer el derecho a la felicidad, el bienestar y el cuidado integral de nuestra persona.
- Capitalizar las experiencias más allá de su resultado para aumentar el patrimonio de aprendizaje realizado.
- Experimentar esperanza, comprensión, amor, valoración y reciprocidad como aspectos saludables de tu desarrollo personal.
Al día de hoy, ¿Cuánto lugar tiene el bienestar en tu vida?